MIGUEL DE CERVANTES

Hola amigos, bienvenidos a un nuevo vídeo de... ¡Happy Learning!... Hoy vamos a conocer a uno de los escritores más famosos de la Historia. Hoy vamos a conocer a... ¡Miguel de Cervantes Saavedra! Miguel de Cervantes tuvo una vida muy complicada, ¡Digna de un libro de aventuras! Escuchad y veréis... Nació a mediados del siglo XVI en Alcalá de Henares, un pueblecito de España. Su padre era un humilde cirujano y Miguel de Cervantes desde niño empezó a escribir poemas. Cuando era joven un día hirió con su espada a un hombre y tuvo que huir a Italia para escapar de la justicia. Años más tarde, se alistó en la armada española y peleó contra los turcos en la famosísima “Batalla de Lepanto” donde un disparo le destrozó la mano izquierda dejándola inutilizada para siempre. A partir de ese momento le llamaron el “manco de Lepanto”..., lo habréis escuchado muchas veces... Pero sus desgracias no acaban ahí... Cuando volvía de la guerra unos piratas atacaron el barco en que viajaba y fue hecho prisionero. Lo llevaron a una ciudad africana llamada Argel, donde permaneció encerrado durante 5 largos años... Cuando por fin le liberaron consiguió llegar a España, se casó y empezó a escribir obras de teatro pero, siguiendo con su eterna mala suerte, no logró ganar dinero suficiente para vivir del oficio de escritor. Fue encarcelado otra vez por un asunto de dinero y fue durante esos meses de cautiverio cuando empezó a escribir la obra que le dio fama universal: El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. En ella contaba las aventuras de Don Quijote y de su fiel escudero, Sancho Panza. Es una obra muy divertida llena de sueños, aventuras y enseñanzas. La verdad es que esta maravillosa obra le dio gloria y fama, pero poco más... ya que Miguel de Cervantes vivió el resto de sus días sumido en la pobreza. Hasta aquí llegó la historia de este grandísimo escritor, pero antes de despedirnos, desde Happy Learning queremos pediros que sigáis el ejemplo de Miguel de Cervantes. No que escribáis una obra como el Quijote, eso no!!! Pero que luchéis siempre por lo que creáis justo y os esforcéis por hacer lo que os gusta, lo mejor posible. Aunque la suerte a veces no esté de vuestro lado. Seguro que así llegareis muy, muy lejos, como Miguel de Cervantes… que consiguió la gloria haciendo lo que más amaba: escribir y crear. ¡Adiós amigos, hasta siempre Miguel de Cervantes! MIGUEL DE CERVANTES (Original en 1ª persona) Hola amigos, soy Miguel de Cervantes Saavedra, y me imagino que sabéis que soy uno de los escritores más famosos de la Historia pero, permitidme que os cuente mi complicada vida. Nací a mediados del siglo XVI en Alcalá de Henares, un pueblecito de Madrid. Mi padre era un humilde cirujano y yo desde niño empecé a escribir poemas. Un día de joven herí con mi espada a un hombre y tuve que huir a Italia para escapar de la justicia. Me alisté en la armada española y peleé contra los turcos en la batalla de Lepanto donde un disparo me destrozó la mano izquierda dejándomela inutilizada para siempre. A partir de ese momento me llamaron el “manco de Lepanto”. Pero mis desgracias no acabaron ahí... Cuando volvía hacia España en barco unos piratas nos atacaron y fui hecho prisionero. Me llevaron a una ciudad africana llamada Argel, donde permanecí encerrado durante 5 largos años... Cuando por fin me liberaron conseguí llegar a España y me casé y empecé a escribir obras de teatro pero, siguiendo con mi maldita mala suerte, no conseguí el suficiente dinero para vivir del oficio de escritor. Fui encarcelado otra vez por un asunto de dinero y fue durante esos meses de cautiverio cuando empecé a escribir la obra que me dio fama eterna: El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. En ella contaba las aventuras de Don Quijote y de su fiel escudero, Sancho Panza. La verdad es que me dio gloria y fama, pero poco más, ya que viví el resto de mis días sumido en la pobreza. Antes de despedirme quiero daros un consejo: a pesar de que la suerte no os sea favorable, luchad por lo que creáis justo y esforzaos mucho en vuestras responsabilidades. Yo, a pesar de que la suerte nunca me acompañó, conseguí la gloria haciendo lo que más me gustaba: escribir y crear. ¡Adiós amigos, hasta siempre!