La Tierra os quiere hablar de algunas cosas que le preocupan y que también os deberían preocupar a vosotros. Todo el mundo habla del tiempo que hace o del que va a hacer. Si hoy hace más frío que ayer, si mañana va a llover… Es normal porque el clima es importantísimo para nuestra vida; influye, por ejemplo, en lo que nos vamos a poner para ir a clase o si podremos salir a jugar a la calle y también influye en todos los seres vivos del planeta, incluidas las plantas. Si os encontraseis conmigo en el ascensor, ¿sabéis lo que os diría? Que tengo calor, mucho calor. Eso se debe al Cambio Climático, algo en lo que los seres humanos tenéis bastante responsabilidad. Cada vez que encendéis la luz, el ordenador, el microondas o cada vez que os dais una ducha, consumís energía. Esa energía se produce, en su mayor parte, quemando gas, carbón o petróleo, los llamados combustibles fósiles. Y al quemarlos lanzáis a mi atmósfera toneladas y toneladas y toneladas de gases. Esos gases se quedan en la atmósfera formando una especie de feo y sucio techo que retiene el calor. Es lo que se conoce como “Efecto invernadero” porque, como en los invernaderos donde se cultivan plantas, ese techo de gases impide que se vaya el calor y yo cada vez estoy más acalorada. Si este aumento de la temperatura continúa tendrá consecuencias muy malas para mi y para todos los seres vivos. Causará fuertes tormentas y terribles inundaciones, derretirá el hielo de los polos aumentando el nivel del mar hasta inundar las ciudades costeras, aumentarán los incendios forestales y las sequías, convirtiendo en desiertos lugares antes llenos de vida. O condenará a la muerte a especies enteras de animales y plantas. Pero… ¿Podéis hacer algo para evitar el Cambio Climático? ¡Claro que sí! Por ejemplo, usar energías limpias que se consiguen con el sol o el viento; energías limpias que no produce esos gases contaminantes tan dañinos. Cada uno de vosotros puede ayudar con pequeños cambios, caminando o yendo en bici o transporte público en vez de usar el coche. O también apagando la luz, la tele o el ordenador cuando terminéis de usarlos. Y por supuesto reciclando, cuidando y respetando todo lo que nos rodea, animales, bosques, ríos, mares… Tomando decisiones inteligentes y trabajando todos juntos ¡podemos conseguirlo! Porque ya sabéis… cambiar el mundo… es cosa de niños.